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Origen y síntomas de la gripe porcina
Diariodigitalagrario reproduce un reportaje publicado en la edición de mayo de EUROPA AGRARIA sobre el virus de lo que se ha denominado ''gripe porcina''.
Redacción? 30/04/2009 9:26:52
Al cierre de esta edición una noticia de origen pecuario tiene preocupado a medio mundo: la posible pandemia de gripe porcina que ha afectado a los humanos, provocando la muerte de más de un centenar de personas. El origen del foco está en México, pero la enfermedad ha llegado a otros países como España. Mientras unas autoridades como la FAO piden aumentar el control del ganado porcino, otras insisten en que el contagio no se produce a través del consumo de la carne de cerdo. Y es que, con esta enfermedad, el sector porcino teme que caiga la demanda de sus productos, como ya ocurrió en otras crisis precedentes como la del vacuno con las ''vacas locas'' y la del ganado avícola con la gripe aviar.

El principio de alarma que está cundiendo en distintas partes del mundo tiene que ver con el hecho de que el virus H1N1 ha mutado en diversos subtipos que incluyen la gripe española (extinta en la vida silvestre), la gripe porcina y la gripe aviar.

Esta gripe es una severa y mortal variante de la gripe aviar, una enfermedad de infección viral, que causó la muerte de entre 50 y 100 millones de personas en el mundo durante 1918 y 1919.

Su virulencia es debida a la fuerte reacción inmunológica que genera.

El virus infecta células del pulmón, produciendo una sobre-estimulación del sistema inmune a través de la liberación de cantidades importantes de citocinas en el tejido pulmonar.

Esto causa una migración importante de leucocitos hacia los pulmones, lo cual ocasiona una destrucción del tejido pulmonar y la secreción de líquido hacia los mismos (edema), dificultando así la respiración del paciente.

Debido a la naturaleza de la infección, las personas con un sistema inmune saludable y normal eran más susceptibles a la enfermedad, tales como adultos jóvenes, a diferencia de niños pequeños y ancianos.

La OMS ha confirmado recientemente que al menos algunos de los casos recientes producidos en México corresponden a un tipo no visto hasta ahora de la cepa H1N1 de la gripe tipo A que contiene material genético que se encuentra típicamente en virus que afectan a humanos, aves y cerdos.

Por otra parte, resulta destacable que muchas de las víctimas son personas jóvenes, lo que resulta un rasgo inusual, ya que la gripe humana afecta principalmente a las personas mayores y tiene relación con la intensidad de la respuesta inmune antes mencionada.

El hecho de que el brote en México haya resultado más virulento que en los EEUU puede deberse a algún factor ambiental diferente, por ejemplo la existencia de un segundo tipo de virus circulante que no está presente en otras poblaciones. Adicionalmente, puede que los afectados de este país hayan recurrido a tratamiento en estadios más avanzados de la enfermedad que en otros países.

¿Qué es la gripe porcina?

La gripe porcina es una enfermedad respiratoria de los cerdos causada por un subtipo del influenzavirus tipo A del virus de la gripe, de la familia de los Orthomyxoviridae, aislado por primera vez de un cerdo en 1930.

Hasta la fecha se han identificado cuatro subtipos de virus gripales tipo A en cerdos, H1N1, H1N2, H3N2, y H3N perteneciendo el brote actual a la cepa H1N1. La gripe porcina ha sido una enfermedad aguda autolimitante frecuente en la mayoría de los países productores de cerdos durante muchos años.

Los estudios demuestran que es común en todo el mundo ya que, aproximadamente un 25 por ciento, de todos los animales muestran anticuerpos de la infección.

Es una patología con alta morbilidad pero baja mortalidad en los
animales. Aunque el virus se mantiene circulante durante todo el año, la mayoría de los brotes tienen lugar a finales de otoño y en invierno, como ocurre con la gripe humana y a veces tras la introducción de nuevos animales en la granja.

Capacidad de mutación

Un factor clave en la epidemiología de la gripe es la capacidad del virus para mutar o recombinarse para producir nuevos virus, algo a lo que contribuye el hecho de que los cerdos pueden ser infectados por virus procedentes de aves y humanos.

Cualquiera de estos cambios genéticos provoca la aparición repetida de nuevas cepas con diferentes estructuras inmunogénicas y/o virulencia, incluida su capacidad para infectar diferentes huéspedes.

Donde los cerdos tienen acceso a los excrementos de aves, en particular a los de aves salvajes o ánades domesticados que hayan sido infectados por aves salvajes, pueden ser infectados por nuevos serotipos de virus y las personas en contacto con los cerdos enfermos pueden llegar a infectarse también por los aerosoles.

Por ello, no es sorprendente que se creyera que muchas de las pandemias humanas de gripe se habían originado en China, país que tiene poblaciones enormes de gente, cerdos y aves de corral viviendo a menudo en estrecha cercanía.

La gripe porcina se extiende entre los animales principalmente debido al estrecho contacto existente entre los mismos en las granjas intensivas y también debido al movimiento de objetos contaminados.

Los rebaños sometidos a brotes continuados y los vacunados contra la enfermedad pueden presentar recaídas ocasionales o incluso no mostrar los síntomas de la enfermedad.

En animales y humanos

Los síntomas en cerdos incluyen subida repentina de fiebre, depresión, toses y dificultad respiratoria, lagrimeo y moqueo, enrojecimiento ocular y pérdida de apetito.

Las infecciones humanas con el virus H1N1 de la gripe porcina no son frecuentes; los casos más comunes se producen entre aquellas personas que tienen contacto directo con los cerdos.

Sin embargo, en los últimos años el número de casos se ha incrementado de manera paulatina.

Los síntomas de la gripe porcina son similares a los de la gripe humana normal e incluyen fiebre, apatía, toses dolores musculares y pérdida de apetito; en algunos casos, nauseas, vómitos y diarrea.

El virus se transmite directamente de los cerdos a los humanos y viceversa. También es posible la transmisión entre humanos a través de los aerosoles liberados con la tos. Igualmente, las personas pueden infectarse al tocar objetos portadores de virus y después llevarse las manos a la boca o la nariz.

No obstante, hay que destacar que la enfermedad no se transmite por consumir carne de cerdos o productos derivados. La cocción de la carne, en cualquier caso, acaba con el virus, como ocurre con otros patógenos.

El diagnóstico requiere la recogida de muestras del respiratorio a los cuatro o cinco días tras la infección.

Los virus H1N1 de la gripe porcina son antigénicamente diferentes de los H1N1 de la gripe humana, por tanto las vacunas utilizadas en este último caso resultan inútiles para la combatir la primera; son necesarios tratamientos con antivirales específicos.

La FAO pide más viligancia

La Organización de la Nacoines Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, ha solicitado a su personal técnico de todo el mundo que esté en máxima alerta y que informe de forma inmediata de cualquier caso similar a la gripe en la cabaña porcina.

Según esta institución, aunque al cierre de esta edición parece que la transmisión de la gripe porcina se produce únicamente entre humanos, no existe hasta ahora evidencia de que la nueva cepa del virus A haya llegado a los seres humanos desde los cerdos. Por ello, está previsto realizar más análisis para un mejor conocimiento de la situación.

''La primera medida que la FAO y los demás deben tomar es asegurar si la nueva cepa circula entre los cerdos, establecer si existe una conexión directa entre la enfermedad en la población humana y los animales, y explicar cómo el nuevo virus ha podido obtener material genético de cepas de gripe humana, aviar y porcina'', explica el jefe de la FAO, Jospeh Domenech.

En este sentido, la FAO urge a los gobiernos y a la comunidad internacional a que aumenten la vigilancia sobre la cabaña porcina.

El consumo de carne es seguro

Ante la alarma social suscitada por la epidemia de gripe porcina originada en México, diversas organizaciones y representantes de este sector ganadero se han lanzado a decir bien claro que se trata de un problema sanitario-médico y no de seguridad alimentaria.

Así, tanto la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, como Cooperativas Agro-alimentarias, entre otros, han insistido en que el consumo de la carne de cerdo no es peligroso, puesto que no produce el contagio.

Por otra parte, desde las cooperativas se aclara que las principales importaciones de cerdos vivos realizadas por España en el último año provenían de Portugal, Holanda, Alemania, por este orden, y en menor medida de Francia y Bélgica. En ningún caso procedían de México, país donde ha surgido el brote de esta enfermedad.
 
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Ultima actualización:
30.04.09 - 16:19:17


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